comprometida con la fraternidad universal (Fratelli tutti), la justicia, la paz y el cuidado de la casa común (Laudato si’). Con espíritu de sinodalidad, colaboramos con gentes de diferentes culturas, etnias y religiones para la transformación del mundo según el designio de Dios (cf. CC 46).
La Gen z keniana alza su voz en una protesta pacífica. Las protestas comenzaron el 18 de junio de 2024. En las manifestaciones pacíficas, los jovenes de la Gen z expresaron su descontento con el gobierno. Pedían a los parlamentarios que rechazaran la ley de finanzas de 2024; sin embargo, los parlamentarios decidieron enmendar la ley de finanzas. Esto fue en contra de la voz de los Gen z que era “RECHAZAR EL PROYECTO DE LEY DE FINANZAS 2024, y no modificarlo”.
El 18 de junio fue la última etapa del proyecto de ley que aprobó el Parlamento. Esto provocó que los jóvenes salieran a la calle; irrumpieron en el parlamento y lo destrozaron, e incluso quemaron parte de él para demostrar su enfado con los diputados que votaron Sí a la aprobación del proyecto de ley de finanzas. Pero, afortunadamente, el 20 de junio el Presidente no firmó el proyecto de ley, a pesar de que se habían superado todas las etapas. Esto no enfrió al Gen z, ya que después de 21 días el proyecto de ley estará oficialmente activo. Exigieron que se llevara de nuevo a los diputados para anular el proyecto de ley.
El presidente celebró una reunión en línea con la Generación Z en X (espacio x) en la que abordaron todas sus necesidades, como el alto coste de la vida, el desempleo juvenil, la brutalidad policial y la responsabilidad política, entre otras. Algunas de sus demandas se han cumplido, como que el presidente no firme la ley de finanzas y despida a todos los secretarios del gabinete (ministros). Los manifestantes siguen exigiendo reformas integrales. La situación sigue siendo inestable y es necesario entablar un diálogo constructivo y emprender acciones tangibles. Los Gen z protestan en 25 de los 47 condados. Esto ha paralizado los movimientos en el trasporte y ha provocado el vandalismo en los negocios. Se han registrado muchos asesinatos brutales y heridos. Los jóvenes han prometido protestar todos los martes y jueves hasta que se cumplan sus reivindicaciones.
Saludos de paz desde Kinshasa, RD Congo. Queremos compartir con ustedes lo que está pasando al este de nuestro país. Seguramente han escuchado que el conflicto armado en las provincias de Ituri, Sud Kivu y Nord Kivu se agudizó. El movimiento M23, que protagoniza masacres y otros crímenes de guerra en la zona recibe cada vez más equipamiento militar y, tal como el equipo de expertos de la ONU trabajando en la región lo probó en sus informes, cuenta con el apoyo de la armada ruandesa. Los intereses de potencias extranjeras, no sólo conciernen los minerales estratégicos del subsuelo de esas provincias sino también, la expansión y ocupación territorial.
En este contexto, nos preocupa particularmente el hecho de que la Unión Europea haya firmado un acuerdo con el gobierno ruandés sobre la cadena de valor de minerales estratégicos imprescindibles para el desarrollo de las llamadas energías limpias y para la producción de aparatos tecnológicos de punta, incluidos nuestros smartphones. Esos minerales, como el coltán, no existen en el subsuelo ruandés, sino en las provincias de Nord y Sud Kivu, sistemáticamente ocupadas y desestabilizadas a través de prácticas tales como las violaciones colectivas y otras formas de infundir el terror y generar el desplazamiento forzado de los pueblos que habitan dicha tierra.
Nos parece importante que busquemos juntos la verdad y la justicia cómo únicas armas para luchar por una paz auténtica y sostenible. El pueblo congoleño vive ya una situación de guerra, de agresión extrema, y eso lo hace portador de la misión del Servidor del Señor. Jesús está vivo en el corazón de este pueblo: no para que se resigne frente a opresión sino para liberarlo como maestro de la no violencia y Señor de la Historia. Por eso, queremos invitarlos a unirnos en la oración por el pueblo congoleño y pedir al Espíritu que nos inspire los modos de hacer cada vez más eficaz nuestra solidaridad.
Un abrazo en el Corazón de María.
Secretariado de JPIC de los Misioneros Claretianos en RDC
Ofrecemos una oración y reflexión sobre la trata de personas, realizada por las hermanas Claretianas (RMI) para la familia claretiana, con motivo de la fiesta de Santa Josefina Bakhita. El material está traducido en 5 lenguas para su utilización pastoral o liturgica.
La energía limpia es esencial para afrontar dos retos fundamentales: garantizar que nadie se quede atrás y proteger el planeta. Frente al cambio climático, la energía limpia desempeña un papel vital para reducir las emisiones y beneficiar a las comunidades que carecen de fuentes de energía fiables. En la actualidad, 675 millones de personas viven sin acceso a la electricidad, de las cuales 4 de cada 5 residen en el África subsahariana. El vínculo entre energía limpia, desarrollo socioeconómico y sostenibilidad medioambiental es crucial para las comunidades vulnerables de todo el mundo. La falta de energía limpia dificulta la educación, la atención sanitaria y las oportunidades económicas, y muchos dependen de combustibles fósiles contaminantes, lo que perpetúa la pobreza. Si persisten las tendencias actuales, una de cada cuatro personas seguirá utilizando sistemas de cocción inseguros en 2030. A pesar de los avances, el mundo está lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 (ODS7) para 2030. En abril de 2024 se realizará un balance mundial sobre el ODS7 en el que se evaluarán los avances y se recomendarán soluciones.
La adopción de energías limpias también es esencial para combatir el cambio climático. Una parte importante de los gases de efecto invernadero procede de la quema de combustibles fósiles para la producción de energía. Para limitar el cambio climático, es necesario abandonar los combustibles fósiles e invertir en fuentes de energía alternativas limpias, accesibles, asequibles, sostenibles y fiables. Las fuentes de energía renovables, proporcionadas por el sol, el viento, el agua, los residuos y el calor de la Tierra, emiten un mínimo de gases de efecto invernadero. Al mismo tiempo, es crucial mejorar la eficiencia energética en sectores como el transporte, los edificios, la iluminación y los electrodomésticos. Utilizar menos energía para obtener el mismo rendimiento ahorra dinero, reduce la contaminación por carbono y contribuye al acceso universal a la energía sostenible para todos.
