En el cuarto día de la COP30, los líderes católicos de todo el Sur Global hicieron historia al asumir un papel central en la cumbre climática de la ONU con un mensaje poderoso y centrado en la justicia. Una reunión de alto nivel de cardenales, obispos y redes eclesiásticas destacó los llamamientos urgentes a la justicia climática, la conversión ecológica y la protección de las comunidades vulnerables. A medida que las negociaciones se volvían más tensas en torno a la financiación, la adaptación y el lenguaje de género, los líderes religiosos ofrecieron una voz moral unida, instando a actuar sobre la base de la equidad, la dignidad humana y las realidades vividas por los más afectados.
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